Los helados de Brooklyn Farmacy

Montañas de nata, mares de sirope de chocolate y una cereza de color rojo intenso como corona. Así son los sundaes, los clásicos helados de copa americanos. Aunque en Nueva York encontrarás heladerías increíbles, hoy nos apetece ponernos nostálgicos, viajar unas décadas atrás y disfrutar de un delicioso sundae.

Para ello, nos vamos a un sitio auténtico hasta la médula, una antigua farmacia de los años 20 convertida en un restaurante de aire vintage. Un lugar muy, pero que muy tentador. Bienvenido a Brooklyn Farmacy, ¡el paraíso de las copas de helado gigantes en Brooklyn!

Brooklyn Farmacy, de farmacia a soda fountain

Para visitar Brooklyn Farmacy tendrás que desplazarte hasta el barrio de Carroll Gardens, en Brooklyn. Lo más especial de este establecimiento es su historia: abrió como farmacia de barrio en los años 20, y aunque durante mucho tiempo el local permaneció abandonado, en 2010 recuperaron el interior, todavía con las decoraciones antiguas de la farmacia, y lo convirtieron en un restaurante.

Y no un restaurante cualquiera, sino una soda fountain, un típico local del siglo pasado que hacía las delicias de los niños, ya que se servían refrescos, helados y chucherías. Si eres goloso, este lugar te chiflará. Cuando entras en Brooklyn Farmacy tienes la impresión de retroceder en el tiempo: los suelos, los taburetes, las tartas encima de la barra, las estanterías con frascos de cristal…

Un sundae para compartir

En este lugar sirven cafés, platos ligeros, tartas y los famosos dónuts de Peter Pan. Sin embargo, lo más llamativo de la carta son los floats (refrescos con una bola de helado dentro) y las copas de sundae. Cualquier combinación que tu estómago se atreva a imaginar está presente en el menú, la perdición de cualquier amante de lo dulce.

Los helados son para comérselos a cucharadas, y enormes: pedimos media ración a compartir entre dos personas, y aun así, ¡no pudimos acabárnoslo! Las raciones completas cuestan $15, y la media (la de la foto), $9.

Mientras nos concentrábamos en pescar las galletas y la nata del helado, Brooklyn Farmacy empezó a llenarse de padres con bebés, y al cabo de unos minutos comenzó a sonar una guitarra y el local se llenó de niños moviéndose al ritmo de la música. Resulta que cada mes se organizan sesiones de cantacuentos para padres y sus pequeños, solo una de las muchas propuestas que se llevan a cabo en el restaurante.

El barrio de Carrol Gardens tiene un ambiente muy especial, y Brooklyn Farmacy, con su decoración vintage y sus pecados fríos, es una joya moderna llegada desde los años 20. ¿Has probado ya sus deliciosos helados?

Comer en Brooklyn Farmacy, en Carrol Gardens

• Brooklyn Farmacy & Soda Fountain | 513 Henry St, Carrol Gardens, Nueva York
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