10 cosas que te pasarán en Nueva York sí o sí

Organizar un viaje a Nueva York no es fácil, así que hoy queremos proponerte algo: olvídate de cualquier aspecto práctico por unos minutos, ¡y pongámosle una pizca de humor!

Junto con Patricia, la autora e ilustradora del divertidísimo blog The Sappy Hour, hemos recopilado estas 10 cosas que te pasarán en Nueva York sí o sí.

Esperemos que te sientas identificado, ¡y que sueltes alguna carcajada! ¿Qué otras situaciones añadirías a la lista?

1. Te perderás en el metro

Express train, local train, diferentes estaciones con el mismo nombre, averías, obras, apagones, y varios trenes parando en el mismo andén…

Poner un pie en el metro por primera vez y sentirse paletudez es todo uno. No sufras, incluso para los residentes es inevitable perderse a veces.

2. Verás la combinaciones grasientas más locas del mundo

Desde dónuts de spaguetti hasta Oreos fritas. Sí, has oído bien. Prepárate para alucinar pepinillos con las invenciones culinarias ultracalóricas de Nueva York.

Puede que el motivo por el que la ciudad nunca duerma es que es incapaz de digerir tanta grasa.

3. Te entretendrás (y alucinarás) observando a la gente

Uno de los aspectos que sorprenden de Nueva York es la diversidad de personas con las que te cruzarás. En la ciudad conviven todos los colores de piel, religiones, todas las combinaciones posibles e imposibles de ropa, la gama completa de peinados y colores de pelo, todas las variantes y acentos del inglés…

Seguro que en más de una ocasión te quedarás embobado viendo a la gente en el metro, ¡la variedad es fascinante!

Pero, además, Nueva York parece ser un imán para los personajes más extraños y variopintos, tan típicos del paisaje urbano como el Empire Stat Building.

4. Te acordarás del tipo que inventó las propinas

‘¿Quéee? ¿Que a la cuenta del restaurante tengo que añadirle un 15  % extra de propina, además de los impuestos? ¿Pero a quién se le ocurrió este sistema?’.

Esta situación se repite entre los recién llegados a Nueva York cuando descubren que, en los lugares donde alguien te sirve, se espera una propina (casi) obligatoria a cambio, y no precisamente baja.

El sistema de propinas de los Estados Unidos es incomprensible para los que venimos de otros países, y seguro que en alguna ocasión te acordarás del tipo que lo inventó. Lo cierto es que la costumbre se adaptó de Europa, pero ya sabes que, en este país… ¡todo se hace a lo grande!

5. Te volverás loco eligiendo el tipo de café que quieres

¿Latte? ¿Capuccino? ¿Au lait? ¿Skim milk? Hot or cold? Unsweetened? WHAT?? Lo que normalmente tardarías un nanosegundo en decidir qué beber en tu pueblo, aquí te llevará un largo proceso de toma de decisiones.

Cómo si no tuviéramos bastante con decidir a dónde vamos (me refiero en la vida, no ese día en concreto).

Ah, y prepara los machacantes. El café tiene precio de sangre de unicornio. Eso sí, si lo pides te dibujan hasta la Capilla Sixtina con la espuma del café.

Aquí te contamos cómo pedir un café en Nueva York.

6. Te emocionarás sacándole fotos a todo

¡Un taxi! Foto. ¡Humo saliendo del suelo! Foto. Un autobús escolar amarillo, un pretzel… ¡una rata comiendo pizza! Foto. Que levante la mano quien haya visitado Nueva York por primera vez y no haya sentido el impulso de inmortalizarlo todo en fotos.

A nosotros nos ha pasado, y no solo a los lugares más emblemáticos, sino también a las pequeñeces y a los detalles que tantas veces hemos visto en el cine y en televisión y que de repente se hacen reales. ¡Recuerda meter una tarjeta de memoria extra en el equipaje! Y, hablando de pelis…

7. Te sentirás como en el decorado de una película

“Un momento… ¡Yo ya he estado aquí!”. La sempiterna sensación de déjà vu te acompañará durante todo tu viaje.

Y es que probablemente ya has visitado ese rincón, pero desde el sofá de tu casa. Nueva York es la ciudad-decorado por excelencia.

Anda ojo avizor, porque probablemente te topes con algún rodaje, y si le echas morro hasta podrás hacerte una foto con una estrella de Hollywood (a mí me pasó con Richard Gere, y sí, huele como los ángeles horneando galletas).

8. Tendrás algún momento de crisis

Tal vez cuando te detengas un segundo en mitad de Midtown y se te eche encima una estampida de trabajadores que caminan a la velocidad de la luz, tal vez cuando en un mismo día te hayas pateado medio Manhattan y solo puedas pensar en meterte en la cama.

Tal vez el cuarto día consecutivo que comas hamburguesa o hot dog, o cuando el frío te congele hasta los huesos o la humedad del verano te pegue la ropa a la piel a los tres segundos de salir a la calle.

Pero el agobio durará poco, porque, en el fondo… ¡sabrás que estas pequeñas crisis valen la pena si la recompensa es Nueva York!

9. Sentirás la adrenalina a bordo de un taxi

Los taxis (y, hoy en día, los coches de Uber) son los verdaderos dueños de las calles de Nueva York.

Día y noche recorren la Gran Manzana cambiando de carril en el último segundo, pisando el acelerador, soltando bocinazos y dejando escapar insultos en voz baja (y no tan baja).

¡Siéntate de copiloto en un taxi de Nueva York y puede que descargues más adrenalina que en la montaña rusa de Coney Island!

10. Querrás volver

Y es que el que prueba repite. No conozco a nadie que se haya despedido de Nueva York sin decir “Volveré”.

¡Esperamos que estas 10 cosas que te pasarán en Nueva York sí o sí te hayan divertido! ¿Viviste estas situaciones en tu viaje?

Todas las ilustraciones del artículo son obra de Patricia, la autora de The Sappy Hour. ¡Pásate por su web y descubre una mirada original, dramática y divertida sobre cómo es vivir en Nueva York!